viernes, octubre 20, 2006

Comentario obra LA MUERTE Y LA DONCELLA de Ariel Dorfman

La presentación de este trabajo de Ariel Dorfman, continúa el "Ciclo de teatro 2006" de nuestro grupo que se iniciara con "Berta también regresa", adaptación de la obra de Serge Kribus El Gran Regreso, y que concluirá en noviembre con la reposición de la comedia Rosa de Dos Aromas de Emilio Carballido.
 La dramática historia de Ariel Dorfman. (¿podríamos decir "un documental ficcionado"?) a la manera de "Tres jueces para un largo silencio" (la historia épica de Andrés Lizarraga), funciona como un disparador de ideas, de debate, de reflexión.
El relato se ubica en la democracia chilena del presidente Patricio Aylwin, post Pinochet, pero puede desarrollarse en cualquier democracia latinoamericana post dictadura (post "Plan Cóndor"). Y cuenta la historia de Paulina, una detenida desaparecida, que cree reconocer en el médico visitante que ayuda a su marido, al represor sádico que la torturó y violó en el momento de su detención.
"¿Cómo pueden los represores y reprimidos cohabitar una misma tierra, compartir una misma mesa?... ¿Cómo sana un país que ha sido traumatizado por el miedo, si ese mismo miedo todavía sigue haciendo su silenciosa labor?... ¿Y cómo llegar a la verdad si nos hemos acostumbrado a mentir?... ¿Podemos mantener vivo el pasado sin convertirnos en su prisionero?... ¿Y podemos olvidar ese pasado sin arriesgar su reiteración futura?... ¿Es legítimo sacrificar la verdad para asegurar la paz?... ¿Y cuáles son las consecuencias para la comunidad si se suprimen las voces de ese pasado?..."
Transcurrieron 16 años de aquel 1990 en que Ariel Dorfman se formulaba éstas y otras preguntas. Y hoy,  muchas de ellas siguen aún sin responderse.




No hay comentarios.: